Tiempo de lectura estimado: 3 minutos
Karla, Kevin y Alberto Nos cuentan como Descubrieron su poli amor.

Karla, Kevin y Alberto Nos cuentan como Descubrieron su poli amor.

Siempre pensamos que las historias de amor eran de dos. Así nos lo enseñaron en las películas, en los cuentos, en las canciones que escuchábamos de adolescentes. Pero la vida —y el corazón— tienen sus propios planes, sus propias rutas invisibles que uno solo entiende cuando se deja llevar.

Yo soy Karla, y esta es nuestra historia. La historia de cómo descubrimos que podíamos amarnos de a tres: Kevin, Alberto y yo.

Con Kevin llevaba casi cuatro años de relación. Vivíamos juntos, habíamos pasado ya por crisis, reconciliaciones y esas etapas en que uno se pregunta si el amor se transforma o se apaga. La respuesta llegó cuando conocimos a Alberto.

Lo conocimos casi por casualidad. Kevin lo conoció primero en su trabajo, en un proyecto creativo donde coincidieron. Al principio, no le di mucha importancia a las veces que me hablaba de él. Pero con el tiempo, sus historias sobre Alberto comenzaron a tener un brillo especial. No era solo admiración profesional —era otra cosa. Una complicidad que traspasaba las pantallas y las horas de oficina.

Lo curioso fue que cuando finalmente conocí a Alberto en una reunión casual, sentí lo mismo. Su forma de mirar, de escuchar con atención, de reírse sin apuro... Me desarmó. No lo vi venir. Era un hombre amable, divertido, un poco tímido pero con una sensibilidad que me atrapó desde el primer momento.

Las primeras semanas después de conocerlo fueron confusas. Kevin me confesó una noche, mientras cenábamos, que sentía algo extraño por él. No era solo amistad. Me lo dijo con nervios, con miedo de lo que pudiera pensar. Y lo que sucedió después fue inesperado: yo le dije que me pasaba lo mismo.

Ahí comenzó nuestra verdadera historia.

No fue sencillo. Había preguntas que nunca nos habíamos hecho: ¿Se puede amar a más de una persona al mismo tiempo? ¿Es traición sentir deseo o cariño por otro estando en pareja? ¿Cómo se construye algo que no encaja en los moldes tradicionales?

Hablamos mucho. Muchísimo. Las conversaciones fueron largas, algunas con lágrimas, otras con risas nerviosas. No queríamos lastimarnos. No queríamos destruir lo que habíamos construido, pero también sabíamos que ignorar lo que sentíamos sería mentirnos.

Alberto también estaba confundido. Pero en una noche de sinceridad brutal —una de esas noches donde la copa de vino ayuda a soltar lo que el corazón guarda— nos lo dijo: "Yo también los quiero a los dos. No sé cómo se hace esto, pero lo siento."

Fue ahí cuando dejamos de luchar contra lo que sentíamos. No teníamos un manual. Solo teníamos honestidad, cariño y ganas de descubrirnos.

Los primeros meses fueron un caos hermoso. Había celos, inseguridades, miedos. Pero también había ternura, respeto y un deseo profundo de cuidarnos. Aprendimos a comunicarnos de formas nuevas. A preguntar sin juzgar. A entender que el amor no se divide, se multiplica.

Hoy vivimos juntos los tres. Tenemos días buenos y días difíciles, como cualquier relación. No idealizamos nuestro vínculo, pero lo honramos cada día.

Descubrimos que el poliamor no es solo tener más de un vínculo romántico —es tener más de un espejo donde mirarte, más de un abrazo donde refugiarte, más de un mundo donde habitar.

Y, sobre todo, descubrimos que el amor real es libre. Libre de moldes, de etiquetas, de miedo.

Es nuestro amor. Nuestro caos. Nuestra elección. Y no lo cambiaríamos por nada.

whatsapp Facebook share link LinkedIn share link Twitter share link Email share link
inicia una conversación
Asesor 1
Gerente
Habla con nuestro gerente
Asesor 1
(Paseo Degollado 66) Matriz
Soporte en Paseo Degollado 66
Asesor 3
(Av. Revolución 669)
Soporte en Av. Revolución 669
Asesor 2
(Avenida Hidalgo 973)
Soporte en Avenida Hidalgo 973

mi cuenta